A mí me recuerda al Señor Galleta.
Cuando yo era un crío, cada tarde, mi madre me preparaba un vaso de leche con galletas, antes de irse a trabajar.
Llegaba del cole y allí estaba la mejor madre del mundo, esperándome para irse ...
Junto con la merienda y un beso, la única frase que mamá componía exclusivamente para mí ... " me voy a trabajar, pórtate bien y lávate los dientes antes de irte a la cama. Hasta mañana cariño ".
En el momento que mamá cerraba la puerta con dos vueltas de llave y mucha prisa ...
… el Señor Galleta, salía de una de las alacenas que había justo sobre la cocina ...
...y podía oír perfectamente como le crujían los huesos al enderezarse, pero no me atrevía a apartar la vista de mi merienda …
Sin decir ni pío, se sentaba en el suelo justo enfrente de mí. Yo no me atrevía a mirarle, pero sabía perfectamente que estaba ahí …
Me cogía las dos piernas y comenzaba a lamer de forma obscena las suelas de mis zapatillas.
Podía notar como me miraba fijamente sin pestañear, sin párpados, sin ningún tipo de reparo en asustar aun niño que aún no había hecho los deberes.
El Señor Galleta daba mucho miedo, porque respiraba hacia fuera mientras lamía las suelas desgastadas y cochambrosas de mis viejas zapatillas ...
Pero a mí lo que me daba miedo de verdad, es cuando comenzaba a sangrarle la lengua …
A pesar de estar realmente aterrado, y como el gato aquel, al que mató la curiosidad una y otra vez, abría lentamente los ojos para contemplar la escena, tan bella y cautivadora como rebosante de enfermedad.
Entonces, era el momento de beberme la leche, darle las tres galletas que me había dejado mamá y apretar los párpados con todas mis fuerzas hasta que me soltase las piernas …
Y así sucedía, tras unos instantes de silencio y aguantar el aire hasta que me quemaba dentro ...
Y de nuevo podía volver a oír como crujían los huesos del Señor Galleta, mientras se acomodaba en una de las alacenas que había justo sobre la cocina …
Dibujo de Sandra Uve ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario