sábado, 12 de febrero de 2011

Uve

Uve de Verne ... de vértigo ... de viento. De viaje ... de visita. Uve de volar.

Uve de visión, de voz ... de vínculo.

De vino, de vientre ... de vela.


Uve de vegetal, de vecino y de verso ...

Uve de mares y océanos. Uve de Sandra Uve.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bonito
y
qué sincero

porque cuando te leo, te oigo o te huelo.

tus chicas tienen suerte de tenerte.tú de tenerlas a ellas (que son huracanes de vida, las dos).

me gustó contarte lo que provocó el libro
porque sabía que no sólo lo entenderías
sino que interpretarías imágenes, sensaciones y olores.

¿crees que nos hacemos grandes cuando de verdad aprendemos a amar?

Grandes como globos, no henchidos de soberbia por sabernos queridos..., sino orgullosos de haber visto claro que tenemos capacidad grande para amar y ser amados. Es como encontrar el quid pro quo del amor.

Gracias centauro de mar

Anónimo dijo...

Y vaya playa... es para perderse en su inmensidad...

Retro in the void dijo...

Me gustó que me lo contaras ...

Muchísimo.

Y sí ... poco a poco aprendemos a amarnos, a querernos, a valorar lo que somos y lo que podemos llegar a ser ...

Y a partir de ahí, somos capaces de cualquier cosa ... y como no, de amar y de dejar que nos amen ...


Gracias a tí.

Retro in the void dijo...

Le debo Los Juncos a un extraordinario ser humano que responde al nombre de Noe ... pero no será lo mismo sín una dedicatoria de la autora.

Será todo un placer verte hacer uno de tus dibujos ...

Mientras desayunamos.