viernes, 25 de noviembre de 2011

Don't worry. I'll be fine ...

" Siete de julio de 1.993. The Gits acababan de regresar a Seattle tras una gira de conciertos en varias ciudades de la Costa Oeste que había sido un fenomenal éxito. Esa noche Mia estuvo con una amiga hasta las 2:00 hs de la madrugada, y luego decidió volver caminando a su casa, situada a unos dos kilómetros en el barrio de Capitol Hill, el corazón más bohemio y musical de Seattle. Su amiga intentó convencerla para llamar a un taxi, pero ella no quiso. Las últimas palabras que le dijo fueron "Don't worry. I'll be fine".

Una hora y media más tarde, sobre las 3:30, el cuerpo sin vida de Mia Zapata fue encontrado en un parque cercano con signos de extrema violencia. Alguien la había violando y estrangulado con su propia ropa.

Fue enterrada en el cementerio Cave Hill de su ciudad natal, Louisville. Pasaron años de especulaciones sobre este crímen. Y después silencio. No existía ninguna pista fiable que pemitiera atrapar al asesino. Su familia y amigos (que eran muchos), hicieron todo lo posible para mantener abierta la investigación, e incluso recaudaron fondos para contratar detectives privados. Sin embargo poco a poco se fue perdiendo toda esperanza.

Sin embargo, en 2002 se logró extraer del cuerpo de Mia una muestra del ADN del asesino. La policía comenzó entonces a cruzar perfiles de su base de datos. Pasaron varios meses y no lograron nada. En 2003, un inmigrante cubano de 49 años y con antecedentes por agresión sexual llamado Jesus Mezquia, fue detendido en Miami (curiosamente, justo en el otro extremo del país) tras agredir a una mujer embarazada. Tras solicitarle una muestra de su ADN se comprobó que coincidía con el ADN del asesino de Mia.

El jucicio se llevó a cabo en Seattle, y finalmente (en marzo de 2004) Mezquia fue condenado a 37 años de prisión por asesinato y violación. Se cerraba así la historia de un horrible crímen que se llevó a una de las artistas más talentosas del punk-rock. "



* TEXTOS: KEIKAI "

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